39. Lo malo de la maternidad

Vas a cumplir 9 meses, vaya, si me explican cómo iba a ser la maternidad, no me lo hubiera creído. Verdaderamente no se explica la dureza del mismo, todo el mundo dice que compensa lo malo a lo bueno, que se quiere mucho al hij@, y que todo es un acto de amor. Todo esto es cierto, pero menos falsedades, y vamos a algunas verdades más sobre la maternidad.

Para los padres, conciliar la vida familiar y laboral es toda una odisea,..llegas a casa, en mi caso, con una ansiedad tremenda por verte, y besarte, pero a la vez, con todo el estress por delante de, preparar la comida, recoger, darte de comer, dormirte,..despertarte de la siesta, merendar, recoger, hacer la cena, bañanarte,..y dormirte, recoger,..otras! que tenemos que cenar nosotros también,…y vuelta a la cama hasta el día siguiente. Hay días, que cuando llevo 5 minutos acelerada por casa, me doy cuenta de que te acabo de ver y todavía no te he dado un beso, entonces te lo doy, e internamente, y muchas veces, externamente, te pido perdón, por no pararme un segundo, mirarte a los ojos, y besarte.

En toda ésta frase, se me ha olvidado meter jugar, disfrutar, reir,..que también pasa, pero menos de lo que me gustaría. Muchas veces te miro, ahí sentadita en la trona, mientras con mil brazos intento hacer 4 cosas a la vez, con un resultado penoso, tú terminas llorando, porque quieres de mis brazos, y yo frustrada, porque todavía me quedan muuuuchas cosas por hacer, que me encantaría mandar a la mierda, y cogerte en brazos.
Cuando aita está por casa, las cosas se simplifican, y de hecho, el nivel de estress baja, pero no desaparece, él te baña, mientras yo preparo tus ropas y la cena, o él recoge ropas de tenderete o friega, mientras nosotras dormimos la siesta.

Otro de los placeres de la maternidad, es cuando tomas el pecho. Es precioso, y único cuando tomas la titi, y me miras a los ojos, cómo indagando qué es lo que pasa por mi mente. O cuando ya te has cansado de ir en brazos investigando todo lo de la calle,..y reposas tu cabecita en mi hombro, en esos casos, te cogería, te alzaría más, y te daría un millón de besos y achuchones,..pero vas tan relajada.

Tu sonrisa es infinita, cada vez que consigues un logro, se te ilumina la cara, cada paso, cada trastada.

Ya vas a hacer 9 meses, y me siento culpable, no era un sentimiento que pensaba que tendría en la maternidad, y por desgracia lo tengo. La culpa de no estar a la altura, de hacerte mal, por no poder prestarte la atención que reclamas a gritos, la culpa, porque te duela la boca, y creamos que lo que tienes es cuento, y quieres muchos brazos y no ir en silla, …eso no es cierto, quieres el respaldo y calor de aitas, porque te duele algo,..y me siento culpable, si no soy capaz de darme cuenta.

Esto también es parte de la maternidad, imagino, pero nadie nos lo cuenta.
Te quiero hija.